domingo, 17 de enero de 2010

Tangentes

Meses de continencia, meses de búsquedas de cosas, gente, momentos…desperdicios que se llegan a convertir en plato fuerte del día, trabajos encubiertos repletos de réquiems por sueños que se tornan en pesadillas.

Un subir a un escenario que se convirtió en un rejuvenecimiento del alma y un sangrado vital, para entender que de verdad existe todavía la emoción por aquello que tanto bien me ha hecho en mí existir.

Amanecer algo retumbado, seguir arrodillado acabando la penitencia, para acabar con un vómito sincero a alguien que quizás había olvidado, para que no viera un mal estado, pero que nunca debí de haber alejado del caminar.

Tanta y tanta energía malgastada en buscar lo adecuado, el adecuado, la adecuada…y en realidad sólo tenía que mirar a los lados y no siempre en línea recta y con la cabeza agachada, asintiendo a quien no y cuando no y callando cuando no se debía para hablar cuando no quería, pero sí necesitaba.

Necesidades cubiertas todas ahora que la tormenta de nervios quizás ya se ve fuera de la pintada en la pared y se hace invisible tras la luz del sol que me dice que el odio debe de ir fuera, que no soy yo quien hará pagar nada a nadie, sólo el tiempo…y no es por cobardía, es por no perder el tiempo en lo que no se debe de perder.
Haciendo siempre lo esperado para no esperarme a mí mismo…frases adecuadas y vistas de pájaro que dejan ver no sólo la línea recta sino también las tangentes que a veces son tesoros si se miran con la mente en calma.

Y ahora lo veo y lo siento por no sentirme…pero sin pasarme de sentirlo.

A todo esto suena Toots And The Maytals

Para Irene, quien ve, siente y quiere…gracias mi luz

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